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miércoles, 23 de diciembre de 2015
Un importante paso adelante!
El 9 no es un número! El pasado miércoles las autoridades de la DGEGP nos comunicaron que resolvieron reducir sustantivamente el criterio financiero-cuantitativo para el reconociemto de nuestra escuela cooperativa y su proyecto educativo inclusivo!
Estamos a 4 alumnos de poder seguir funcionado! A todos los que tengan hijos que esten por empezar la secundaria en los barrios de San cristobal, Boedo, parque Patricios o Balvanera, los invitamos a contactarnos y acercarse a conocer la propuesta de nuestra escuela! Instituto Privado 9 de Julio Oficial
viernes, 11 de diciembre de 2015
Amenazan con quitar subsidio a una escuela cooperativa de la CABA
http://notas.org.ar/2015/12/11/amenazan-quitar-subsidio-escuela-cooperativa-caba/
El Instituto Privado 9 de Julio es una escuela secundaria que
funciona como cooperativa de trabajo. El Gobierno de la Ciudad quiere
quitarles el subsidio con el que pagan el 80% de los sueldos. Esto
significaría el cierre definitivo de la institución.
Notas – Periodismo Popular tuvo la oportunidad de conversar,
durante el festival que realizaron en la puerta del colegio el pasado
sábado, con Betina Infantino, actual docente, psicopedagoga y ex rectora
de la institución; Matías Halpin, actual presidente de la cooperativa,
representante legal y docente; y con Pablo Pelaez, tesorero, docente y
preceptor.
- ¿Qué tipo de escuela es “la nueve”?
- Betina: La escuela se funda como cooperativa en el
año 1948, ubicada en Palermo, con buena inserción en el barrio. Es una
escuela secundaria que tenía dos turnos, a la mañana y a la noche.
Siempre tuvimos un perfil de mucha contención, no es un colegio de
elite, la cuota es baja y tenemos muchos chicos que son hijos de
encargados de edificio, por ejemplo.
Lamentablemente en 2012 el dueño del edificio falleció y los hijos
decidieron no seguir alquilándonos el lugar. Supuestamente y como se ve
tanto en esa zona, querían hacer un negocio inmobiliario. Estuvimos más
de dos años buscando un lugar nuevo hasta que nos mudamos al edificio
actual, ubicado en Constitución y Prudan.
La nueva ubicación hizo que muchos alumnos se cambien de colegio
porque les quedaba lejos, y la verdad es que fue como empezar de cero.
Actualmente tenemos alumnos que viven en la zona sur de la capital y
también varios que vienen del conurbano. Son chicos con muchas
dificultades, muchos de ellos trabajan además de estudiar y también
muchos son padres o madres.
Nosotros queremos seguir trabajando con esta población, por eso no
queremos aumentar la cuota, a pesar de que hace más de cuatro años que
no cobramos aguinaldo. Sentimos que los chicos en esta escuela
encontraron su lugar, la hicieron propia.
- ¿Qué les exigen desde el gobierno?
- Matías: La Dirección General de Escuelas de
Gestión Privada (DGEGP), que depende del Ministerio de Educación de la
Ciudad, está a punto de cambiar de autoridades producto del proceso
electoral que se llevó a cabo en 2015. Nosotros hace un tiempo que no
cumplimos con el número mínimo de alumnos que deberíamos tener según la
reglamentación, pero nos venían haciendo una excepción teniendo en
cuenta las particularidades que atravesamos. De repente ahora nos dicen
que tenemos que incorporar 30 nuevos alumnos para fin de año, cosa
bastante difícil de lograr, y que si no lo hacemos nos quitarían el
subsidio que consiste en el dinero para pagar el 80% de los sueldos
docentes.
La cooperativa se tiene que hacer cargo del otro 20%, y del total de
los sueldos del personal no docente más alquiler, impuestos, cuotas
sociales y otros gastos. Al tener una cuota baja y pocos chicos, tenemos
que relegar los aguinaldos y una parte de nuestro sueldo, porque la
plata no alcanza.
Al mismo tiempo nos llegó hace poco una sorpresiva intimación de
clausura del edificio de la empresa privada “Escuelas Seguras”, que
tiene el control sobre la habilitación de las escuelas privadas y hace
de eso un negocio, porque bien sabemos que el tema de las habilitaciones
es meramente político. Por suerte este problema estaríamos a punto de
solucionarlo.
Si nos quitan la subvención, estamos obligados a aumentar la cuota o
cerrar, pero no queremos aumentar la cuota porque eso implicaría que la
mayoría de los chicos no puedan venir más y nosotros queremos seguir
trabajando con ellos.
Obligar indirectamente a cerrar una escuela en zona sur, que es un
territorio históricamente postergado, sería dejar a esta población ya
vulnerable sin una herramienta de inclusión, que es lo que en definitiva
pretendemos que sea la escuela.
- ¿Creen que van a poder superar esta situación? ¿Qué estrategias están llevando adelante?
- Pablo: A nivel político estamos en diálogo
constante con la DGEGP y con legisladores y organizaciones que se
acercaron para ayudarnos. Entendemos que va a depender de la buena
voluntad de los nuevos funcionarios. De nuestro lado estamos haciendo
todo lo posible para salir de este mal paso.
Por ejemplo, la 9 de Julio tiene un alto porcentaje de alumnos con beca, en ese aspecto cumplimos y
superamos el mínimo que se les exige a todas las escuelas.
superamos el mínimo que se les exige a todas las escuelas.
Por otro lado, tenemos una población de chicos con particularidades, y
esas particularidades ameritan el trabajo en grupos más pequeños.
Muchas veces son pibes que en otros colegios no pudieron integrarse y si
no fuera por nuestra escuela estarían quedando afuera del sistema
educativo. Este punto es el que queremos que se tenga en cuenta desde el
ministerio: el rol inclusivo del colegio.
Además hay que tener en cuenta el tema de la mudanza y la dificultad
que implica para un colegio insertarse en un barrio nuevo. En este
sentido tenemos la idea de generar un vínculo con el barrio, trabajar
los valores del cooperativismo hacia adentro y hacia afuera de la
escuela.
También estamos intentando hacer convenios con otras instituciones,
como por ejemplo con el sindicato de encargados de edificio para que sus
hijos no paguen matrícula, o con otras escuelas cooperativas.
Si no logramos solucionar este problema ahora, nos tenemos que
preparar para tomar algún tipo de medida durante el verano, la comunidad
de la 9 de julio está muy unida y va a pelear por seguir existiendo.
El 14 de diciembre nos reunimos con las nuevas autoridades, quienes
van a decidir sobre el futuro de la escuela, los 35 docentes y los 65
alumnos que están muy identificados con el colegio.
Safir Neme
sábado, 5 de diciembre de 2015
Secundario realiza festival por su continuidad ante posible quita de subvención del Gobierno porteño
https://cablera.telam.com.ar/cable/243093
05/12/2015 11:56 ESCUELA-CIUDAD
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Buenos Aires, 05 de diciembre (Télam)El histórico Instituto privado de educación secundaria '9 de Julio', del barrio porteño de San Cristóbal, que tiene una política educativa enfocada a la inclusión, realizará este mediodía un Festival en defensa de su continuidad ante la posible quita de la subvención que les da el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires con la que sostienen el 80% de los salarios docentes. La escuela, que data de 1948 y que siempre fue dirigida por una cooperativa integrada por los docentes, "funcionaba en el barrio de Palermo hasta hace tres años en que no nos renovaron el contrato y tuvimos que mudarnos a otro barrio, a San Cristóbal, lo que produjo que se redujera la matrícula, por lo que vamos creciendo de a poco; pero por eso no alcanzamos la cantidad de alumnos que se requiere para la subvención", señaló a Télam Matías Halpin, maestro de la institución y presidente de la cooperativa. En este marco, expresó que el conflicto con el gobierno porteño "es porque para mediados de diciembre nos exigen que tengamos 30 alumnos más, pero consideramos que es un requisito muy exigente para una escuela que está siendo refundada". "Lo que nosotros objetamos -precisó- es que la baja matricula se debe al cambio de barrio por razones de fuerza mayor, y que no se puede tener un criterio numérico; nosotros tenemos un criterio inclusivo y de una educación más personalizada, tenemos alumnos que trabajan, madres; no somos números, por eso pedimos que se tenga en consideración esa realidad de la escuela, y que no nos quiten la subvención por no cumplir con el cupo". El Festival a modo de protesta se realizará a partir de este mediodía en las puertas de la escuela, en la calle Constitución 3156, donde habrá bandas de rock, coreografías de baile de los alumnos, y distintos espectáculos "con el objetivo de insertarnos en el barrio y dar a conocer la situación por la que estamos atravesando, de cara a la reunión que tenemos con las autoridades el 15 de diciembre donde nos definen si continua la subvención o no". Destacó que en la escuela hay 30 docentes y unos 64 alumnos, y que desde su fundación fue incorporada a la enseñanza oficial como Instituto Privado '9 de Julio', "con una cuota mensual muy baja, que permite la inserción de los alumnos, pero lleva a que sea imprescindible la subvención del gobierno".
jueves, 3 de diciembre de 2015
Podría cerrar un instituto secundario cooperativo
http://www.ansol.com.ar/es/ansol/24/5287/Podr%C3%ADa-cerrar-un-instituto-secundario-recuperado.htm
Publicado el 3 de diciembre
Publicado el 3 de diciembre
La
Dirección General de Escuelas de Gestión Privada exigió a la
Cooperativa de Enseñanza 9 de julio que aumentara el cupo de estudiantes
para poder seguir recibiendo el subsidio. Ahora, el principal objetivo
de la entidad es alcanzar la matrícula 2016 para que el Instituto
Privado 9 de julio pueda subsistir. Realizarán el sábado un festival en
la escuela (Constitución 3156).
(Ansol.)-
El presidente de la Cooperativa de Enseñanza 9 de julio y docente del
Instituto Privado 9 de julio, Matías Halpin, aseguró: "Estamos anotando
gente desde que se terminó la inscripción 2015. Entre alumnos que
llegaron para 2015 hasta mitad del año y los que ya se anotaron para
2016, nos faltan 20 alumnos más, porque la Dirección General de Escuelas
Privadas nos pide un piso de 20 por curso. De otra manera, nos
quitarían los subsidios".
En el mismo sentido, Halpin explicó a Ansol las
dificultades para alcanzar la matrícula exigida: "Nosotros objetamos dos
razones: nos mudamos por motivos de fuerza mayor. Del otro edificio
anterior, en Córdoba y Billinghurst, nos fuimos porque no nos renovaron
el contrato. Iban a construir una torre, es decir, hacer un negocio de
especulación inmobiliaria. Cuesta instalar una escuela en el barrio. Por
eso estamos haciendo un festival este sábado en la puerta de la
escuela, Constitución 3156".
"Además, tenemos una población con problemáticas de
aprendizaje, discapacidad motriz, estudiantes que trabajan, que son
padres, otros con problemas de disciplina. Tenemos una función
integradora que hace difícil trabajar con cursos de mayor cantidad de
chicos. Por eso hicimos una presentación en la Dirección General de
Escuelas Privadas para que nos reconozcan en ese sentido", detalló
Halpin.
Desde la Cooperativa de Enseñanza 9 de julio esperan que la DGEP
comprenda estos motivos y no le quite los subsidios por sueldo, o la
escuela podría cerrar y dejar sin trabajo a docentes y sin educación a
los estudiantes.
jueves, 1 de octubre de 2015
Llamado a la solidaridad con el Instituto 9 de julio
El
motivo de la presente es comunicarles la crítica situación por la que
está atravesando el colegio en el que trabajamos desde hace años, el
Instituto Privado 9 de Julio (nivel secundario). Somos una cooperativa
de docentes que funciona desde hace casi 70 años. Hace dos años y medio,
por motivos ajenos a nuestra voluntad, tuvimos que mudar el colegio
desde Palermo al barrio de San Cristóbal, en el que actualmente estamos (Constitución y Urquiza).
Históricamente los docentes venimos cobrando entre el 70 y el 80% de nuestro sueldo, y resignando todos los aguinaldos, que donamos a la cooperativa, en pos de mantener al colegio funcionando.
Lamentablemente, este año desde la DGEGP (Dirección General de Escuelas de Gestión Privada, dependiente del gobierno de la Ciudad) nos han informado que, de no llegar a una cantidad de alumnos determinada para fin de año, nos quitarán la subvención de la cual dependemos para cobrar nuestros sueldos. Ellos nos financian ese 80% de los sueldos que a veces llegamos a cobrar.
Nos exigen sumar aproximadamente 30 nuevos alumnos repartidos entre los primeros tres años para el mes diciembre. Desde hace un tiempo venimos haciendo una intensa labor de propaganda de acuerdo a nuestras posibilidades, pero la inserción de una escuela en un nuevo barrio es una tarea que lleva años de afianzamiento, que no puede realizarse a contrarreloj en un período de pocos meses.
Sumado a esto, sugestiva y repentinamente, nos llegó hace unos días una notificación de DGEGP comunicando la inminente clausura del edificio en el que desarrollamos nuestro trabajo, argumentando falta de respuesta a la solicitud de adecuación edilicia. Curiosamente, estas adecuaciones fueron requeridas en una cédula supuestamente entregada el 8 de enero de 2014, momento en el cual toda escuela se encuentra en receso y vacía. En todo este tiempo transcurrido, no volvió a haber notificaciones al respecto, y ahora, intempestivamente, y en forma coincidente a la amenaza de quita de subvención, nos enteramos de esta nueva exigencia. Nos es inevitable pensar que ambas no estén relacionadas, pues ahora que fuimos notificados, nosotros expresamos la voluntad de realizar las modificaciones, pero el ministerio se niega a concedernos una prórroga del plazo.
Llegado este punto, estamos peleando por mantener las fuentes de trabajo de 35 compañeros docentes y no docentes, y por la continuidad de un colegio con historia y con un proyecto educativo fuertemente inclusivo. Día a día, vemos que alumnos y padres nos escogen al sentirse contenidos por el proyecto de nuestra institución, que ha sabido trabajar con estudiantes con trayectorias particulares que requieren especial atención: situaciones de violencia familiar, problemas de adicciones, embarazos a temprana edad, alumnos repitentes o expulsados de otras escuelas por problemas de conducta, estudiantes que trabajan para colaborar con el sostén de sus familias, etc. Los propios alumnos han expresado públicamente que aquí han encontrado SU lugar.
Adicionalmente, nuestra escuela se encuentra ahora en una ubicación geográfica que ha sido históricamente relegada, el sur de la ciudad. Entendemos que el cierre del colegio acentuaría aún más la falta de vacantes para una población juvenil que ha sido postergada durante demasiado tiempo.
Creemos que aumentar la cuota como forma de afrontar la quita de la subvención sería una decisión equivocada, pues sería no tener en cuenta las particularidades de las familias que eligen nuestra institución. Por lo tanto, nos encontramos en la disyuntiva de mantener dicha subvención o cerrar la escuela.
Por este motivo, nos dirigimos a ustedes para solicitarles mediación ante las autoridades del Ministerio de Educación porteño, a fin de poder exponer las cualidades de nuestra institución ante las autoridades de dicha entidad, para intentar revertir esta preocupante decisión. Atentamente, Trabajadores de la Coop. 9 de Julio
(Instituto 9 de Julio, A-60)
Históricamente los docentes venimos cobrando entre el 70 y el 80% de nuestro sueldo, y resignando todos los aguinaldos, que donamos a la cooperativa, en pos de mantener al colegio funcionando.
Lamentablemente, este año desde la DGEGP (Dirección General de Escuelas de Gestión Privada, dependiente del gobierno de la Ciudad) nos han informado que, de no llegar a una cantidad de alumnos determinada para fin de año, nos quitarán la subvención de la cual dependemos para cobrar nuestros sueldos. Ellos nos financian ese 80% de los sueldos que a veces llegamos a cobrar.
Nos exigen sumar aproximadamente 30 nuevos alumnos repartidos entre los primeros tres años para el mes diciembre. Desde hace un tiempo venimos haciendo una intensa labor de propaganda de acuerdo a nuestras posibilidades, pero la inserción de una escuela en un nuevo barrio es una tarea que lleva años de afianzamiento, que no puede realizarse a contrarreloj en un período de pocos meses.
Sumado a esto, sugestiva y repentinamente, nos llegó hace unos días una notificación de DGEGP comunicando la inminente clausura del edificio en el que desarrollamos nuestro trabajo, argumentando falta de respuesta a la solicitud de adecuación edilicia. Curiosamente, estas adecuaciones fueron requeridas en una cédula supuestamente entregada el 8 de enero de 2014, momento en el cual toda escuela se encuentra en receso y vacía. En todo este tiempo transcurrido, no volvió a haber notificaciones al respecto, y ahora, intempestivamente, y en forma coincidente a la amenaza de quita de subvención, nos enteramos de esta nueva exigencia. Nos es inevitable pensar que ambas no estén relacionadas, pues ahora que fuimos notificados, nosotros expresamos la voluntad de realizar las modificaciones, pero el ministerio se niega a concedernos una prórroga del plazo.
Llegado este punto, estamos peleando por mantener las fuentes de trabajo de 35 compañeros docentes y no docentes, y por la continuidad de un colegio con historia y con un proyecto educativo fuertemente inclusivo. Día a día, vemos que alumnos y padres nos escogen al sentirse contenidos por el proyecto de nuestra institución, que ha sabido trabajar con estudiantes con trayectorias particulares que requieren especial atención: situaciones de violencia familiar, problemas de adicciones, embarazos a temprana edad, alumnos repitentes o expulsados de otras escuelas por problemas de conducta, estudiantes que trabajan para colaborar con el sostén de sus familias, etc. Los propios alumnos han expresado públicamente que aquí han encontrado SU lugar.
Adicionalmente, nuestra escuela se encuentra ahora en una ubicación geográfica que ha sido históricamente relegada, el sur de la ciudad. Entendemos que el cierre del colegio acentuaría aún más la falta de vacantes para una población juvenil que ha sido postergada durante demasiado tiempo.
Creemos que aumentar la cuota como forma de afrontar la quita de la subvención sería una decisión equivocada, pues sería no tener en cuenta las particularidades de las familias que eligen nuestra institución. Por lo tanto, nos encontramos en la disyuntiva de mantener dicha subvención o cerrar la escuela.
Por este motivo, nos dirigimos a ustedes para solicitarles mediación ante las autoridades del Ministerio de Educación porteño, a fin de poder exponer las cualidades de nuestra institución ante las autoridades de dicha entidad, para intentar revertir esta preocupante decisión. Atentamente, Trabajadores de la Coop. 9 de Julio
(Instituto 9 de Julio, A-60)
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